miércoles, 11 de marzo de 2015

LA MEUA FESTA

Colors, olors, sons… la pólvora preparada, una banda que ultima els assajos, l’artista que retoca amb cura el remat central al seu taller, la modista que admira l’últim trage que ha acabat a la matinada (possiblement per a la filla o la neboda). I després els tres dies de festa, de música, de llums, de somriures, d’alegria, d’admirar els monuments que omplin els carrers... i finalment el foc purificador. El foc i les llàgrimes, les cendres i els somriures melancòlics, la renovació. Renàixer... La festa d’un sant? Ni parlar-ne! 
És la benvinguda a la Primavera. 



2 comentarios:

  1. Precioso. Si tengo que describirlo, diría que es un relato de cientos de colores. Y de olores y de música... ¡Casi puedo oler a pólvora mientras lo leo. Pero, ay, discrepo un poquitín. Sí es la fiesta de un santo, que era carpintero y humilde como su gremio. La gloria de la falla se la lleva el artista, pero sin carpinteros, siempre en el anonimato, sería imposible levantarla. Un beso y felices Fallas 2015

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias Olivia! Solo reflejo lo que llevo años viendo y viviendo.
    La fiesta tiene orígenes paganos, pero fue absorbida por la religión, como muchas otras cosas. Aun así, la idea del relato es que traspasa el simplemente honrar a un santo, es algo más (al menos para mí) a nivel de comunidad, de sentimiento... Y por supuesto la clave es el monumento (y el equipo de gente que hay detrás para crear esas obras de arte efímero), sin monumento no hay nada. Besitos y a disfrutar de las Fallas!!

    ResponderEliminar